Para comprender la lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos humanos, civiles, políticos, sociales, económicos e, incluso, emocionales y espirituales, debemos ser conscientes del rol que tenemos en nuestra realidad y aún más, del que queremos tener en la sociedad.
Esa autonomía viene del anhelo de liberarnos de juicios y prejuicios, de aquello que se materializará en el momento en que reconozcamos nuestros propios procesos de vida, nuestros tiempos y nuestra forma de relacionarnos con nosotras mismas y con los demás; por tanto, ser mujer, más que una lucha, es un proceso de reconocimiento constante, en el cual necesitamos reinventarnos día a día.
En este caminar, desde distintas culturas, surgen herramientas para promover la reflexión, el reconocimiento y la armonía de la persona consigo misma y con su entorno; así, podemos reconocer ciertas actividades como un espacio íntimo, individual y personal que nos permita potenciar nuestros talentos y situarnos en el mejor escenario, para nosotras mismas y para quienes nos acompañan en ese caminar.
Una de estas herramientas son los mándalas, término hindi (India) que significa “círculo” y representa diagramas rituales de forma iconográfica y simbólica que comprenden la esencia de la vida y el pensamiento humano, es un instrumento de pensamiento y arte-terapia asociado a la contemplación y concentración. Sus virtudes terapéuticas permiten recobrar el equilibrio, el conocimiento de sí mismo, el sosiego y la calma interna para vivir en armonía
Una de las particularidades de los mándalas es que son el resultado de un proceso de meditación y reflexión por quien los crea.
Recomendación:
Puedes colorear este mandala de obsequio:
Has a un lado los juicios y permite este instante para conectarte contigo misma, con tu propósito de vida y tus deseos para empoderarte de tu vida y manifestar lo que deseas!
Espero disfrutes y consigas tus suenos siempre!
Siempre Exito!
Rosa Rinaldi