La magia que se produce al pintar o crear un mandala radica en el proceso mismo y en la intención que se le ponga. Aquí te presento algunas formas en las que se puede experimentar la magia al trabajar con mándalas:
1. Autoexpresión y liberación emocional: Al pintar o crear un mandala, se puede permitir que las emociones fluyan y se expresen de manera creativa. Esto puede ser una forma de liberación emocional y sanación.
2. Concentración y meditación: El acto de pintar un mándala requiere enfoque y atención plena. Al sumergirse en el proceso, se puede alcanzar un estado meditativo que calma la mente y promueve la relajación
3. Conexión con el subconsciente: A medida que se trabaja en un mándala, se pueden descubrir patrones, símbolos y colores que pueden tener significados profundos y reveladores. Esto puede ayudar a conectarse con el subconsciente y a descubrir aspectos ocultos de uno mismo.
4. Manifestación de deseos y metas: Al crear un mándala con una intención específica, se puede utilizar como una herramienta para manifestar deseos y metas. Al enfocar la energía y la intención en el proceso creativo, se puede potenciar la manifestación de lo que se desea.
5. Conexión con lo sagrado: En algunas tradiciones espirituales, se considera que los mándalas son representaciones sagradas y simbólicas de la divinidad y del universo. Al pintar o crear un mándala, se puede establecer una conexión con lo sagrado y experimentar una sensación de trascendencia y unidad.
Recuerda que la magia de los mándalas puede ser subjetiva y personal, y cada individuo puede experimentarla de manera única.
La clave está en abrirse a la experiencia y permitir que la creatividad y la intención fluyan a través de ti.
Lo has experimentado?
Siempre Mándalas! Siempre Éxito!
Rosa Rinaldi